Conseguir un excelente pacharán no tiene grandes secretos. Se trata de respetar lo que siempre se hizo: un anís equilibrado, endrinas silvestres del Pirineo en cantidad, medio año de maceración y un delicado filtrado.
Sin más. Sin colorantes, sin prisas, sin trampas.
Por eso nuestro pacharán Libre cambia de color al hacerse añejo,
por eso hay otros pacharanes más baratos.